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La hipertensiĆ³n en las mujeres

Diferencias entre la hipertensión femenina y la masculina

La mujer al igual que el hombre tiene un aumento significativo con la edad de las cifras medias de la presión arterial, siguiendo la misma tendencia la hipertensión arterial. Sin embargo, hasta la quinta década de la vida y correspondiendo con el inicio de la menopausia, la prevalencia de hipertensión arterial es significativamente menor en la mujer que en varón, para invertirse la relación a partir de dicho momento, con mayor prevalencia en la mujer

La menopausia

La menopausia se define como el cese permanente de la menstruación, es decir, la fecha de la última regla, que debe ser confirmada tras un periodo de un año sin ella. Sin embargo, el término menopausia se utiliza como el periodo de vida de la mujer una vez desaparecida la menstruación de una forma definitiva.

Menopausia e hipertensión

Además de la edad y la carga hereditaria, el aumento de la tensión arterial que tiene lugar tras la menopausia se debe fundamentalmente al déficit estrogénico. Los estrógenos tienen un papel en la regulación del tono vascular, en el crecimiento de las células miocitarias vasculares y en el incremento de la sensibilidad a la sal. Si bien, existen una serie de factores contribuyentes en este periodo de la vida, como son: el exceso de peso, un deficiente aporte dietético de calcio y los posibles trastornos psicológicos asociados.

Menopausia y enfermedad coronaria

Se ha sugerido que la deficiencia de estrógenos sea la responsable, al menos en parte, del rápido aumento de la incidencia de enfermedad coronaria que se produce en las mujeres postmenopáusicas. Y que la incidencia de hipertensión, obesidad, hipercolesterolemia y diabetes en la mujer parece ser mayor a partir del comienzo de la menopausia. Sin embargo, es preciso considerar también la contribución de la edad y otros factores ambientales relacionados con la dieta y el estilo de vida.

Principales factores de riesgo coronario femenino

• Tabaquismo
• Perímetro abdominal mayor de 88 cm
• Hipertensión
• Antecedentes familiares de cardiopatía
• Edad avanzada
• Obesidad
• Diabetes mellitus
• Sendetarismo
• Dislipidemia

Tratamiento para la hipertensión en la menopausia

El tratamiento no debe ser distinto al resto de mujeres, pero si es verdad que la medida más importante es el control del exceso de peso, si existe sobrepeso, sobre todo en aquellas mujeres que tengan una obesidad androide o abdominal (perímetro abdominal mayor de 88 cm) que frecuentemente se produce cuando desapa-recen los estrógenos.

Aumentar la actividad física: es interesante realizar ejercicios de tipo aeróbicos durante 30-45 minutos la mayoría de los días de la semana. En varios estudios realizados se ha demostrado que existe una relación entre el grado de forma física y la tasa de mortalidad en las mujeres, de modo que las que tienen una vida sedentaria tienen 5 veces más de riesgo de mortalidad cardiovascular.
En España el 85% de la población adulta femenina no hace ejercicio físico.

Reducir el consumo de alcohol: a no más de 30 gramos al día lo que equivale a 2 vasos de vino (300 ml), a 2 cervezas medianas (720 ml) o a 1 whisky (60 ml). Si la mujer es de poco peso se debe reducir el alcohol a 15 gr. al día. No hay que olvidar que pequeñas cantidades de alcohol aumentan el HDL-colesterol con una acción antiaterogénica conocida.

No fumar: El tabaco es la principal causa previsible de enfermedad cardiovacular en las mujeres. Además contribuye a acelerar en uno o dos años la aparición de la menopausia.

Reducir el consumo de sal: es coveniente disminuir el consumo de sodio a no más de 100 mml al día, esto equivale a 2,4 gr de sodio o a 6 gr de cloruro sódico (sal común) al día.

Aumento e la ingesta de potasio: tiene un afecto positivo sobre las cifra de presión arterial por lo que se recomienda comer muchas frutas y verduras.

Aumento del consumo de calcio: el déficit de estrógenos aumenta la destrucción del hueso y la perdida por la orina de calcio y por otro lado, en la mujer hipertensa, el suplemento de calcio se acompaña de un descen-so significativo de la tensión arterial, es por todo ello por lo que recomendamos entre 1000-1200 gr. diarios de calcio. Los productos más ricos en calcio son los lácteos y sus derivados (1 litro de leche equivale a 1000 mg de calcio.

El aporte de grasas no debe sobrepasar el 20% del total de las calorías consumidas en el día, siendo la rela-ción de 2:1 a favor de las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (aceite de oliva y grasa vegetales) frente a las saturadas (grasa de origen animal). El aporte de colesterol debe ser menor de 300 mg/día o menos de 200 en caso de hipercolesterolemia asociada.

Otras medidas: una dieta rica en magnesio es beneficiosa. No es imprescindible, de forma general, el aban-dono de café.

No hay que olvidar que los factores psicológicos desempeñan un importante papel en la elevación de la ten-sión en muchas mujeres postmenopáusicas, por lo que las técnicas de relajación pueden ser de gran ayuda.

Terapia hormonal sustitutiva, anticonceptivos e hipertensión

La TSH (o los parches como algunas la conocen) es la administración de hormonas sexuales femeninas (es-trógenos y gestágenos), para suplir la deficiencia de estas cuando el ovario deja de producirlas en la meno-pausia.
Mientras los estrógenos sintéticos utilizados en dosis elevadas como anticonceptivos pueden incrementar la tensión arterial, los estrógenos en especial en las dosis utilizadas en menopausia, reducen la tensión arterial tanto a las pacientes normotensas como hipertensas
El efecto de los anticonceptivos orales sobre la presión arterial ha sido objeto de debate desde hace décadas. Se han descrito aumento de la Presión arterial asociado especialmente a los preparados de primera genera-ción de alta dosificación.
La anticoncepción hormonal no debe considerarse contraindicada en pacientes jóvenes con hipertensión arterial en ausencia de otros factores de riesgo cardiovascular, aunque si se toma deberá realizarse un control estricto de la presión arterial. En mujeres mayores de 35 años y, si se asocian otros factores de riesgo, espe-cialmente el consumo de tabaco, los anticonceptivos deben ser utilizados solo en los casos donde no es posi-ble utilizar otro tipo de método anticonceptivo.

FUENTE:

seh-lelha.org

 
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